Velada durante siglos, la música barroca tañe ahora por los templos chiquitanos, posándose en los recovecos más olvidados. Son basílicas que despiden el olor de antaño, impregnado por la cadencia actual.
Chiquitanía. La babelia de partituras sacras
(La Razón-Escape, 18-05-08, Bolivia)