Ahí abajo, en el fondo de las aguas embalsadas, yacen las memorias ahogadas de demasiados seres humanos, quizá 80 millones en todo el mundo, más de 50.000 solo en el Estado español. Precisamente ahí abajo, en los suelos pantanosos, donde el pretérito devoró lo contemporáneo, donde el porvenir apenas existe enmarcado por los dedos que arropan una cámara fotográfica, la vida quedó sumergida ante la obligación de un sacrificio planificado por el bien común. Inundar pueblos es fundamental para el progreso, contaron. Es en el fondo de esas aguas embalsadas, cuando el pasado se evaporó sin presente, presente que nace muerto al carecer de futuro, futuro que nunca será reparado si antes no es reivindicado.
Porque ahí abajo hay un abismo, la nada coloreada por un inmenso y manso manto azul de aguas acumuladas artificialmente, el no-lugar por excelencia de un modelo de desarrollo con prisas, apresurado, sin miramientos pero admirado. Y ese ahí abajo no tiene ahora o lo tiene anegado en un ayer remoto o en la perenne amenaza venidera de las aguas. Como si por debajo de las aguas embalsadas el no-lugar fuera la única forma de existencia, pero ni siquiera ya esta fuera importante.
Ese ahí abajo se repite a lo largo y ancho de la geografía, de cualquier geografía, pero con especial énfasis de la española: con más de 1.200 represas de al menos 15 metros de altura, España es el primer país de Europa y el quinto del mundo en número absoluto de presas; el segundo del mundo en densidad de diques por kilómetro cuadrado.
Ya, pero ¿qué es un embalse? En términos humanos, un no-lugar repleto de memorias acalladas, un no-lugar que reivindica, que sueña y no sueña, un no-lugar que duele, que siente y que reivindica. Aunque no siempre se lo escuche y tantas veces se lo silencie. Agonía, humillación, vergüenza, injusticia permanente, falta de voluntad política, deuda histórica... son alguno de los términos que repiten las personas desplazadas por la construcción de represas. Aunque poco y a pocos importa, como si de los no-lugares sin tiempo solo pudiera esperarse gente sin rostro, nadies.
Acercarse al pie de sus recuerdos es una experiencia extraña y única. Quizá porque reciben con el mismo silencio que exigen romper nada más sumergirse en sus aguas y, entonces sí, escuchar historias de expropiación, de desplazamiento forzoso, de raíces rotas, de vidas cortadas, de humillaciones y vejaciones por doquier. Porque se trata más bien del acallamiento no solo de la transnacional energética de turno ni de la comunidad de regantes de rigor ni tampoco de una Administración cómplice con el poder, sino el de toda una sociedad que mira para otro lado embelesada por las promesas de doloroso desarrollo que justifica la producción de víctimas.
» El libro de no-ficción (Pepitas Editorial, 2024) sobre las vidas de las personas desplazadas en el Estado español ha recibido el Premio-beca literario Bodegas Olarra & Café Bretón. La investigación también tuvo el apoyo del Ministerio de Cultura y Deporte, a través de la convocatoria de las Ayudas a la creación literaria 2022.
» El informe que vertebra este proyecto fue avalado por el Parlamento Europeo y su actualización ha contado con la subvención CREA2021 de la Fundación Caja de Burgos.
» Lee más sobre agua en el proyecto Sed de agua, sed de vida
La narrativa como rescate de las Memorias ahogadas (Zenda, 24-09-24)
Memorias ahogadas. El ideólogo del muro. Embalse del Porma (fronteraD, 19-09-24)
Memorias ahogadas (Pepitas, septiembre 24)
El paisaje de nuestras aguas (Soberanía Alimentaria, julio 23)
Muros de agua, electricidad y poder (Salvaje, julio 23)
Resistentes como la lluvia (La Marea, noviembre-diciembre 22, Guatemala)
Entrevista María Caal (Pikara Magazine, 07-12-22, Guatemala)
Electricidad desgarradora (Pikara Magazine, 29-11-22, Colombia)
El gigante energético de Colombia que prometía “desarrollo” pero trajo inundaciones, amenazas y más precariedad (eldiario.es, 25-11-22, Colombia)
La expulsión y la resistencia de Ana Anaya frente a la hidroeléctrica Hidroituango (Pikara Magazine, 09-11-22, Colombia)
El gigante energético colombiano Hidroituango arranca entre miedo violencia y desplazamiento forzoso (Público, 08-11-22, Colombia)
Entrevista Bernardo Caal (La Marea, 27-10-22, Guatemala)
El dilema de los embalses ante la sequía (La Marea, julio-agosto 22)
Submarinismo de interior (Altaïr Magazine, 30-05-22)
Hidroeléctrica: Una energía con mucho pasado, presente y un ‘bombeo’ futuro (La Marea, 02-05-22)
Entrevista Guille Jové (La Marea, 08-02-22)
España, un Estado hidráulico (en manos privadas) (La Marea, enero-febrero 22)
Memorias Ahogadas. El informe (desplazados.org, noviembre 21)
Embalses: también una cuestión de paisajes y de derechos (La Marea, 30-08-21)
El Berrocalejo sumergido (HOY, 15-08-21)
El eco silenciado de los pantanos (Pikara Magazine, 17-03-21)
En el fondo de las aguas embalsadas (Pikara Magazine, 15-12-20)
Noguerol: el puente que se le cayó al franquismo sueña su reconstrucción con fondos europeos (Público, 08-11-20)
Memorias ahogadas. Los impactos secretos de los pantanos (Ctxt, 18-08-20)
Empresas españolas financian una hidroeléctrica colombiana con errores de construcción (Público, 02-02-20, Colombia)
Jánovas, el último capítulo de una expropiación impune (La Marea, julio-agosto 19)
Dueños y señores del agua (La Marea, julio-agosto 19)
Iberdrola, la dueña del Tajo (La Marea, 08-08-19)
Memorias Ahogadas (desplazados.org, 30-03-19)
El auge mundial de las hidroeléctricas (esGlobal, 04-01-19)
Los 25 metros que separan a tres poblaciones mexicanas de morir ahogadas (Público, 01-08-17, México)
Un ejército de mujeres para defender el agua (Pueblos-OMAL, 15-01-16, México)
La comunidad ixil revive sus temores gracias a Enel (Pueblos-OMAL, 05-09-12, Guatemala)
Batallas por el agua en México (Otramérica, 07-12-11, México)
Una represa de FCC ahoga la historia y los derechos en México (Pueblos-OMAL, septiembre-11, México)