A la tercera va la vencida. Medio centenar de cántabros consumó, una semana después de su primer intento fallido, la baja católica para no aparecer en los registros eclesiásticos. Esta vez todo les salió redondo. O casi.
Acto público de apostasía, escena tercera
(Alerta Diario de Cantabria, 26-11-05)