Se proyectó la película «El regreso de las golondrinas» (Yin Ru Chen Yan, China, 2022) para conmemorar el Día Mundial del Medio Ambiente, celebrado el 5 de junio. Esta obra es visualmente impresionante, con tonos amarillos que reflejan el calor del campesinado recogiendo la cosecha y grises tan envolventes como los días lluviosos de Bilbao.
La obra cuenta la historia de: Ma, una mujer sencilla y humilde, y Cao, un hombre tímido y reservado, son rechazados por sus familias y forzados a casarse. Juntos, deben unir fuerzas para crear un hogar donde puedan sobrevivir. A través de las dificultades, Ma y Cao comienzan a formar un vínculo especial, alineándose con los ciclos de la Tierra y creando un refugio donde prosperar.
La película nos invita a reflexionar sobre los ciclos de la Tierra, el acceso a la tierra, la importancia de los suelos en los ecosistemas, la dignidad humana, el desarrollo, la migración del campo a la ciudad, y los cuidados. El ecofeminismo nos recuerda que dependemos de otros seres humanos y del planeta. Nadie existe sin los demás, nadie existe sin la Tierra.
El ecofeminismo, como la película, también habla de resistencia, como la de Ma y Cao. Mudarse a la ciudad no siempre significa prosperar. Las vidas campesinas, un mundo en peligro de extinción, son un ejemplo de resistencia, cuidado y dignidad. Marc Badal escribió en «Vidas a la intemperie”:
“Los campesinos se han ido de Europa, pero podemos encontrarlos en otras tierras. Son la mayoría de los que nadan alrededor del bote salvavidas de Hardin. Los que alimentan al resto de nadadores. Trabajan la tierra que no ha sido usurpada por la agroindustria. La que ha sido rechazada por inapropiada. La que está en su punto de mira pero todavía no ha sido colonizada”.
Y recuerda que solo una cuarta parte de las tierras cultivadas se mantienen en manos de pequeños productores, mientras que los monocultivos que sustentan el sistema alimentario ocupan más del noventa por ciento de la superficie agrícola mundial.
Por eso, los protagonistas de la película “Ma y Cao” son una especie en peligro de extinción. Representan una forma de vida diferente, otra manera de relacionarse con la tierra y otra forma de entender la prosperidad y la economía.
“El campesinado tiene sus propios tiempos y desarrolla resistencias cotidianas: actos minúsculos, estrategias ocultas y silenciosas, ‘pequeñas heroicidades que le permiten mantener un resquicio de dignidad’”, también escribió Badal.
«El regreso de las golondrinas» es una oda a las pequeñas resistencias, a la vida campesina, un aplauso para el buen trato y una denuncia del maltrato esclavista de los poseedores de la tierra que, literalmente, chupan la sangre.
La intervención de la censura china en la película demuestra que hay historias fundamentales que el sistema quiere ocultar. Cao y Ma las revelan.
[Lee aquí el artículo completo, publicado en la web de Economistas sin Fronteras]