Apenas cinco hatos de vacas con sus respectivos ganaderos continúan la tradición milenaria de desplazarse más de 200 kilómetros a pie, dos veces al año, en busca de los mejores pastos. Conocidos antaño como ‘los señores de la tierra’, todavía hay vaqueros trashumantes en España, aunque cada vez menos y en más peligro de extinción.