La condición más fuerte para que alguien consiga decir algo es que sea capaz de silenciar todo lo demás, afirma Ortega y Gasset. El hambre del momento grita más fuerte que la preocupación por el futuro, completa Hans Jonas. Aun cansados y pisoteados, hay quienes no tienen ninguna intención de renunciar. Y se rebelan, como otros revelamos imágenes. Hacia el desvelo de la acción como forma de caminar por el mundo.